En ocasiones resulta, cuanto menos, cáustico, comprobar las reacciones de algunos individuos afines a la derecha extremeña o miembros de sus organizaciones, al percatarse de que, precisamente, ha tenido que ser el partido socialista el heredero de múltiples situaciones de descontrol, cuando no de generalizado vandalismo en algunos casos.

Se trata de buscar argumentaciones para explicar unos hechos que reiteradamente han venido siendo denunciados: mala planificación, insuficiente dotación policial, penosa gestión de los limitados recursos...

En lugar de ello, estas mentes brillantes aluden en cierta manera a que la situación se debe, principalmente, "a los años de gloria del PSOE". Supongo que se referirán a la famosa "movida" cuyos efectos perversos, al parecer, han calado, quiero suponer, en los hijos o nietos de los que la vivieron en primera fila, convertidos en la actualidad en afamados tironeros, ladrones de pisos, incendiarios o petardos que se divierten a lo grande contra seres inanimados.

No reparan en las causas. Quizás algo tenga que ver el abandono de la preocupación por lo público de los últimos años de gobierno del Partido Popular. Quizás algo tengan que ver el importante desarrollo de las empresas de seguridad de carácter privado que discriminan los ataques hacia los que carecen de protección.

Por otro lado, quizá tengan algo que ver la escasez de medios de esta última etapa para concienciar desde la escuela o en el entorno de los barrios marginales a favor de una educación en valores o en la aminoración de las desigualdades.

Queda sorprendido el urbanita al escuchar que quien ha puesto el acento en las soluciones, ha sido precisamente aquel "rojo" que había estereotipado corriendo delante de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

*Doctor en Historia