Quizás los jaraiceños ostentemos el distinguido honor de poseer el instituto más desvencijado, obsoleto y peor equipado de toda la comunidad y si aceptamos que Extremadura es el farolillo rojo tanto en renta como en índice de desarrollo, podemos proclamar sin riesgo a equivocarnos que sufrimos el peor instituto de enseñanza del país. El curso pasado se cumplió el cuadragésimo aniversario de su inauguración, los edificios se han ido parcheando y ahora es todo él una cataplasma; las necesidades docentes han ido aumentando progresivamente con las aulas de desdobles, las específicas, las de compensatoria y demás, que nos han obligado a hacer encaje de bolillos para cubrir las nuevas necesidades que por ley hemos de garantizar a los alumnos para de ese modo asegurarles una enseñanza de calidad. ¿Cómo nos hemos adaptado a los nuevos tiempos? Haciendo aulas más pequeñas, sacrificando el espacio destinado a los departamentos, suprimiendo las salas de visitas y como todavía no era suficiente, construyendo nuevos edificios. En la actualidad el instituto Maestro Gonzalo Korreas se compone de tres edificios, el de abajo, el de arriba y el César Carlos. Los dos primeros se desdoblan en otros dos cada uno de ellos. Eso es como el misterio de la Trinidad, tres edificios distintos y un solo instituto verdadero.

Los que desarrollamos allí nuestra actividad, profesores, alumnos y personal no docente creemos que ha llegado el momento de plantearse el estado de las instalaciones y que de una vez por todas nos doten de un instituto acorde con el siglo XXI, que a los setecientos alumnos no sólo de Jaraíz sino también de los pueblos de alrededor, se les debe el respeto que durante tanto tiempo se les ha privado; sólo pedimos se haga realidad eso de que todos somos iguales. Pásense por institutos del País Vasco o Navarra y reflexionen. Hagamos también nuestro el eslogan turolense: "Extremadura también existe".

Juan C. López Santiago **

Jaraíz de la Vera