En cualquier organización priorizar los problemas es algo necesario, sobre todo cuando, y este es el caso, atravesamos una situación de crisis como la actual. En este contexto, Zapatero anunció que no tomaría vacaciones en agosto salvo alguna escapada de fin de semana con la familia, algo realmente encomiable sobre todo en situaciones como las que sufrimos.

En momentos tan críticos, el peatón no podría entender que el presidente del Gobierno, primer responsable de las penurias que sufren, no hiciera un sobresfuerzo para dar respuesta a los intereses generales. No obstante a la vista de los acontecimientos veraniegos ocurridos en Melilla, la realidad más palpable es que el jefe del Ejecutivo no estaba y monsieur Moratinos andaba por los valles de sur de Francia.

Ceuta y Melilla son el eterno conflicto, en el que Marruecos le tiene el pan cogido bajo el brazo a la España de ZP, una provocación continua y donde lo más sorprendente es el enorme vacío diplomático y las cesiones continuas del Reino de España hacia el Reino de Marruecos, demostrando así una debilidad de la que siempre saca tajada el alauita y siempre pierde el pueblo saharui. Y España.

Frente a esta situación no puede extrañar que los ciudadanos perciban que se encuentra ante un panorama político de titubeos y permanentes acelerones y frenazos, que a la vista de los acontecimientos acrecientan la pérdida de credibilidad interna y externa de España y donde ZP permanece enrocado en sí mismo, haciendo oídos sordos a cualquier sugerencia y, llegado el caso, atacando a los que desde las propias filas se atreven a opinar diferente a su propio criterio, aunque ya es mucho regalar, pensar que ZP lo tiene.

Cuando un país cuenta con un gobierno fuerte y con un presidente de gobierno riguroso y resolutivo, la confianza en salir de una u otra crisis se acrecienta. Cosa distinta es cuando la ciudadanía no palpa firmeza, ni ideas claras, que unidas a la incompetencia y al amiguismo excluyente desencadena una pérdida de interés por la política y, correlativamente, por la participación. Un distanciamiento muy peligroso de la ciudadanía no interesada en la política.

La conclusión es que llueve sobre mojado, que el tiempo pasa, el paro aumenta y que desde Jauja Zapatero busca soluciones allende los mares.

*Diputado del PP enla Asamblea de Extremadura.