La goleada del Barcelona al Atlético de Madrid (6-1) deja al técnico mexicano Javier Aguirre en muy mal lugar. Al menos, el entrenador restó responsabilidad a sus jugadores, atribuyéndose toda la culpa de la humillante derrota. El Atlético parece desinflarse en este tramo de la temporada y la credibilidad de su técnico decrece.