Siria está en el bando equivocado de la guerra contra el terrorismo", ha dicho el embajador de EEUU en la ONU, John Dimitri Negroponte (Londres, 21-7-1939), tras el ataque aéreo de Israel el domingo. Nacionalizado estadounidense y de familia griega adinerada, su biografía revela lo mucho que sabe de terrorismo y contraterrorismo.

En 1981, fue designado embajador en Honduras por el secretario de Estado Alexander Haig (el mismo que calificó el 23-F de "un asunto interno entre españoles"), y de 1982 a 1985 se dedicó a impulsar la guerrilla contra el régimen sandinista de Nicaragua. Se vio involucrado en el Irangate, nombre dado a la venta de armas de EEUU al Irán de Jomeini para financiar a la contra nicaragüense. Diplomático de carrera, fue como funcionario en la embajada en Vietnam en donde Negroponte conoció en 1965 a Henry Kissinger, quien en 1970 le fichó deslumbrado por su dominio del idioma vietnamita. Pero su anticomunismo obsesivo le llevó a echar en cara a Washington el acuerdo con Hanoi. A finales de los años 80, trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional al lado de Colin Powell, quien fue su valedor para el cargo de embajador en la ONU cuando ganó Bush. Antes también estuvo destinado en México (1989-93) y Filipinas (1993-96). Negroponte: un pasado y presente tan oscuros como su apellido.