El juez decano de Barcelona José Manuel Regadera , decidió ayer tomar una decisión sensata y dimitir. Tenía motivos después de que, el 2 de abril, su mujer lo denunciara por maltrato. La mayoría de los jueces de instrucción de la capital catalana le había dado la espalda, pero él hasta ahora no parecía haber entendido que sobre un juez no puede pesar una imputación como esa.