La Generalitat, cuyo presidente es José Montilla , ha dado otra vez muestras de invadir la libertad de empresa. Ha aprobado una disposición que condiciona a los hoteles que aspiren a tener al menos cuatro estrellas a que incluyan en sus desayunos productos catalanes. De lo contrario, y aunque la calidad del hotel justifique esas estrellas, no se le dará la categoría.