WLwos datos del Instituto de la Juventud de España sobre la movilidad de los jóvenes, publicados ayer, deberían ser motivo de reflexión. Según el Injuve, Extremadura es la única comunidad autónoma con un saldo migratorio negativo entre personas de 15 a 29 años. Durante los ejercicios 2001, 2002 y 2003, y a tenor de las estadísticas del INE, la región perdió población joven y, aunque la pérdida es pequeña por cuanto la diferencia entre los que se fueron y los que llegaron ronda las mil personas, la tendencia es lo que inquieta. Porque los que se van son los que, antes que ningún otro grupo en relación con su edad, deberían quedarse: aquellos a los que se ha formado para que alumbren el futuro y que creen, puesto que se van, que lo encontrarán antes que aquí fuera de aquí.