Las heridas de la dictadura argentina "no están cerradas" , sino que "laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego" . Las palabras son del otrora exiliado Juan Gelman (Buenos Aires, 3-5-1930) durante el discurso de agradecimiento del Premio Cervantes, que ayer recogió de manos del Rey Juan Carlos. Y es que, precisamente, el poeta bonaerense se ha hecho acreedor al galardón por haber sabido integrar en su obra "su terrible historia personal" , según el jurado. Hijo de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos, la vida de Juan siempre estuvo marcada por la represión política, hasta su exilio. Simpatizante desde niño del Atlanta, un club de fútbol de barrio, reconoce que "el homenaje más grande" de su vida fue cuando le pusieron su nombre a la biblioteca de la barriada.