WLwa Junta ha ordenado a sus técnicos valorar los terrenos donde se ubica la siderúrgica del Grupo Gallardo, en Jerez. El último auto del TSJEx ordenaba valorar los terrenos para poder devolverlo a los antiguos dueños. Ahora hay que celebrar el proceder de la Junta como antes, cuando no cumplía lo exigido por el tribunal, había que criticarlo. Cumplir con el auto del TSJEx es el modo legal y racional de solucionar un litigio que resulta necesario para terminar con la incertidumbre en torno a una empresa que Extremadura no puede permitirse el lujo de perder. Claro está que desmontar esta industria es descabellado, pero precisamente porque es descabellado la Junta ha estado jugando con fuego todo el tiempo en que no ha cumplido con el auto judicial. Nadie puede pensar que una vez valorados los terrenos y ofrecidos a los antiguos propietarios, la decisión final sea levantar la factoría porque ello significaría cercenar la riqueza que supone esa industria, sin que los dueños alcanzasen ningún beneficio. Cumplir con lo que dispone el tribunal es hacer que este litigio desemboque donde debió desembocar hace años: en una negociación en la que ni uno se sienta estafado ni otro expoliado. Una negociación en la que gane la industria, el empleo, la riqueza social y el estado de Derecho.