WLwa colaboración policial y la justicia internacional vivieron ayer un día gozoso con la detención en Tenerife del general croata Ante Gotovina , acusado de crímenes de guerra. Era el ciudadano de Croacia más buscado internacionalmente, tras cuatro años de fuga, y ahora deberá comparecer ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), el mismo que juzga al expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic . Sin perjuicio de la presunción de inocencia, es un avance que un general croata sea llevado ante la justicia, pues en la guerra civil balcánica todos los bandos cometieron atrocidades que deben ser juzgadas con todas las garantías.

La detención de Gotovina está relacionada con los progresos de la transición en Croacia, dirigida por Stipe Mesic . Y, por supuesto, este éxito resulta difícil de explicar sin la presión sostenida de la Unión Europea sobre Croacia para vincular sus expectativas de ingreso con una franca y leal cooperación con el tribunal. Quedan presuntos criminales por detener. Los serbios Mladic y Karadzic aún no han aparecido. Pero que ya haya habido condenas y absoluciones muestra un progreso en el terreno de la justicia internacional impensable hace muy pocos años.