No es casual que Londres haya implantado el peaje urbano para acceder al centro de la ciudad, porque ésta tiene un alcalde popular y atípico. Ken Livingstone (Londres, 17-6-1945) está en el cargo desde el 2000, tras su victoria electoral como independiente frente a los grandes partidos. El, que llevaba militando en el Partido Laborista más de 30 años, fue expulsado por optar a la alcaldía por su cuenta, después de perder en la elección interna ante el rival que apoyaba Tony Blair. Este no podía ni ver en pintura al anarquizante Red Ken (Ken el Rojo), al que apodaron de esta manera en la época en que hizo la vida imposible a Thatcher.

Y es que Livingstone presidió entre 1981 y 1986 el consejo metropolitano londinense, que venía a ser lo que ahora es la alcaldía, creada en el 2000 por Blair. En aquel consejo, Ken denunciaba a diario, a través de una gran pancarta colgada en el edificio, la cifra de parados a causa de la política thatcheriana.

Asimismo, promovió impuestos del 90% para los ricos; se mostró a favor de negociar con el IRA; a favor de los derechos de los homosexuales ("todo el mundo es bisexual", llegó a decir); a favor de la igualdad femenina y de las minorías étnicas, etcétera. Tanto rojerío llevó a Thatcher a disolver el consejo en 1986. Ahora, la 3Dama de Hierro habrá de pagar si quiere ir en coche al centro de Londres.