Profesor

En verdad en verdad, que somos afortunados todos los españolitos y que tenemos lo que nos merecemos y más. ¡Qué buena suerte la nuestra!, por poder disponer de un peazo de presidente de Gobierno, que le encanta seguir al pie de la letra a otro monstruo de la política mundial como es G. Busch, hombre también inteligente donde los hubiera, con un gran sentido de la justicia, sabio en sus decisiones y bandera de la moderación y las libertades. Lejos de intereses económicos (quien así lo crea es una mal patriota español, americano y mundial), no es de extrañar que cualquier presidente de gobierno europeo, ¿o sólo son unos pocos?, se muestre fascinado por imitarle o por lo menos por seguirle en todo aquello que se pueda ir detrás de un leader de esta magnitud, tan ecuánime y justo y tan alejado de intereses petroleros o bélicos (léase gasta mísiles-balas).

¿Cómo no decir yes a alguien cuyo padre ya conoció las mieles del triunfo en otras guerrillas de nada, con miles de muertos? Y para demostración de los fuertes lazos que nos unen a países tan importantes en la Europa comunitaria nuestra como son Alemania y Francia, le llevamos la contra y nos apuntamos a la opinión de los hijos de la Gran Bretaña. ¡Si Carlos I y Felipe II levantaran la cabeza¡

Pues nada, ¡a tomar viento la unidad europea!, guerra al infiel, viva el petróleo (aunque el producto sólo cambie de dueño), y marchemos cogidos de la mano a una guerra totalmente justa , muy necesaria y bendita . Cuando alguien quiere guerra, lo que le sobran son opiniones contrarias, lamentablemente cuando lo que casi todos quieren es la paz, aunque sea para otros pueblos lejanos al nuestro, lo que te sobran son razones y te faltan apoyos.