Nuestros políticos presumen de que este país es uno de los más avanzados en el tema de la justicia. Desde luego no será en lo que se refiere a su funcionamiento.

Tenemos órganos o estamentos por doquier, desde los más importantes y supremos, como los Tribunales Constitucional, Supremo o los Superiores de Justicia, pasando por las Audiencias Nacionales y Provinciales, Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, a otros muchos juzgados, como el de lo Penal, Social, de Menores, Mercantil, de lo Contencioso-Administrativo, etc . Y qué decir del ahora muy nombrado Consejo General del Poder Judicial, que es político a todas luces, por mucho que nos quieran hacer creer lo contrario.

Sin embargo la mayoría de los ciudadanos normales y corrientes, tienen a la justicia española como una de las instituciones peor valoradas, quizá solo le superan nuestros políticos. Parece a todas luces una incongruencia, pero creo que está muy clara dicha anormalidad, porque está muy bien que haya tantas garantías a la hora de juzgar, pero la gente piensa ¿para quién?. Parece que todo está más pensado para el beneficio de los infractores de las leyes y de los criminales. Sería imposible poner los innumerables casos que se pueden contar de haber beneficiado a los que inclumplen la ley, muchos de ellos hasta humillantes para las víctimas.

Que se dejen de cuentos, justicia sí, y como primeros beneficiarios y amparados por ella los ciudadanos de bien. Respetando, cómo no, los derechos de todos, aunque en el caso de algunos parece hasta de pitorreo, con perdón.

Federico Marín Rodríguez **

Jerez de los Caballeros