WLwlama la atención que, al trascender que en la etapa del Gobierno de Aznar no se escuchaban y se destruían las grabaciones de terroristas islamistas por falta de traductores, la principal reacción del PP no sea excusarse. O que tampoco explique la razón por la cual no subsanó el problema. Se limita a decir que esta noticia "arruina el Pacto Antiterrorista".

Esta reacción tal vez sea una simple anécdota partidista. Pero refleja la escasa predisposición del PP a aprender las lecciones del 11-M. Porque este ejemplo detalla uno de los elementos que hicieron casi imposible evitar aquel atentado: parte de las medidas preventivas se aplicaban mal. Al igual que se hablaba mucho de la amenaza del terrorismo y no se controlaban debidamente los explosivos almacenados en España, resulta que se grababan conversaciones de sospechosos pero luego nadie las estudiaba. Dicho de otra manera: se le decía a la opinión pública que había riesgo de terrorismo islamista y que se estaba actuando a conciencia respecto de él, pero no se investigaba bien.

Visto con perspectiva, hay una lección a extraer: eso es lo que no hay que repetir. Pero a algunos lo que les preocupa es que se diga en público lo que tenemos que rectificar.