El presidente de Polonia, Lech Kaczynski (18-6-1949, Varsovia) le dio ayer el día al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Era el de la inauguración de la Presidencia francesa de la Unión Europea, que recae en el Estado galo durante este segundo semestre. Y le dio el día a Sarkozy porque el presidente polaco dijo a un medio de comunicación de su país que, después del rechazo irlandés al Tratado de Lisboa, él se negaría a firmarlo porque lo considera inútil.

Lech Kaczynski, alma, con su hermano gemelo Jaroslaw, del partido ultraderechista Ley y Justicia, no ha dado demasiadas pruebas de su entusiasmo porque Polonia pertenezca a la Unión, un espacio político demasiado liberal para un hombre ultracatólico como él.

Su negativa a firmar la ratificación del Tratado de Lisboa muestra su escaso apego por la UE, toda vez que el parlamento ya lo ratificó y solo falta su rúbrica.