Lectores

Hispanoamérica,sin sede vecinal

Antonio Sánchez Méndez

Cáceres

Días pasados nuestra alcaldesa inauguró la remodelación de la sede de la Asociación de Vecinos de San Blas, lo cual me alegro por los vecinos y por la junta directiva de esa barriada.

Lo que no estamos de acuerdo es con las declaraciones de nuestra alcaldesa diciendo en dicha inauguración la importancia de dotar a las asociaciones vecinales de lugares dingos y preparados para que puedan realizar sus actividades y convocar las reuniones de sus juntas directivas.

Y yo le pregunto a la alcaldesa si la asociación de vecinos Hispanoamérica, aunque no sea un barrio tan castizo y emblemático como San Blas, ¡no merece de una vez por todas que se la dote de la tan ansiada sede vecinal!, ¡yo creo que esta asociación ha demostrado su buena trayectoria en sus actividades y eventos que organiza en nuestra ciudad!, siendo la segunda asociación más antigua.

Por todo lo expuesto los vecinos vemos que nuestra alcaldesa no está poniendo de su parte nada para que a esta asociación se le haga la sede vecinal. Los vecinos en su día teníamos esperanza en ella, dado que cuando asistía a las convivencias que organiza la asociación, nos decía que la sede sería una realidad.

Señora alcaldesa, esperamos esa sede vecinal, pues es muy importante para que la asociación pueda hacer más actividades a favor de nuestros niños, jóvenes y mayores, y de esa manera potenciaremos el asociacionismo y la participación ciudadana.

CORTE DE AGUA

Abuso del Canal

Manuel Juez Jiménez

Cáceres

Los hechos que a continuación se relatan ocurrieron en Cáceres el día 06/11/2009. Me persono con mi padre, que es pensionista, en las oficinas del Canal de Isabel II para saber por qué le cortaron el agua sin previo aviso y me contestan que debe un bimestre, a lo cual le contesto que cuánto es para abonarlo y me dicen 60,76 + el recargo 63,60 euros. Me dispongo a pagar y me comunican que tengo que pagar aparte otros 60,90 euros para poderme dar agua en la vivienda. Total el doble de la deuda. Teniendo en cuenta que mi padre lleva pagando el agua toda la vida, me parece totalmente injusto y abusivo que le corten el suministro por deber un bimestre. Lo que no entiendo es como el Ayuntamiento de Cáceres, con un gobierno tan progresista, permite que se trate así a sus ciudadanos.

ABUSO DE AUTORIDAD

Un infame policía local de Badajoz

José M. Méndez Méndez

Badajoz

Siempre he tenido en gran estima a las autoridades. Me ganaron cuando con 12 años recorría con amigos 11 Kms. a pie desde mi pueblo hasta una piscina, y la guardia civil, si nos veía, nos acercaba. Me ganaron cuando dos policías me encontraron tirado en la autopista a las 3 de la mañana con una rueda reventada, y me ayudaron. Me ganaron cuando pararon a un amigo para ponerle una multa por exceso de velocidad y, al decirles que seguiría rápido porque quería ver a su padre agonizante, ellos, con las sirenas, lo escoltaron hasta Madrid. Por eso creo que lo que me ha sucedido no es representativo de la policía de Badajoz, y también creí que no se trataba de la bravuconada de un agente infame... Ha tenido un mal día, pensé. Adelanté, de forma prudente y sin vehículos en sentido opuesto, a la policía local, que iba a 20km/h, en la recta que está enfrente del seminario. Uno de los agentes gritó ¡este tío es tonto!, y me hizo parar. Decidió ponerme una multa (4 puntos y 300euros) con el argumento de que "jamás se puede adelantar en un cruce" (sic). Un poco más arriba es común ver a chavales de dos en dos en la moto, sin casco, haciendo caballitos... ¿y el agente me multa a mí porque lo adelanto? Los que me conocen dicen que soy la persona más prudente al volante que han visto, y no había tenido, en mis 16 años de carnet, ninguna multa. Pero lo que demuestra que no era un mal día del agente, si no que estaba ante un empecinado infame, es su respuesta a mi reclamación, donde, al enterarse de que mi adelantamiento es legal, se inventa un coche en sentido contrario y una llamada por mi móvil, y dice que "es absurdo citar los insultos". No lo hice para defenderme de la sanción, sino porque forman parte de lo sucedido y, dada la gravedad de un hecho tan inaceptable como es el abuso de autoridad, no me parece tan absurdo . Sé que estas líneas actuarán en perjuicio mío, pero sería incapaz de estar en paz conmigo mismo si no gritara ante las injusticias. Aunque lo único que me quede ante éstas sea patalear, yo voy a patalear todo lo fuerte que pueda.