RECHAZO DE INMIGRANTES

No es solo racismo

Luis F. Crespo Zorita

Correo electrónico

En Rosarno (Italia), a la fuerza bruta, y en Vic, negándoles el empadronamiento y, por tanto, la identidad civil (educación, salud y cobertura de las necesidades básicas), algunos se libran de los extranjeros no deseados. Quisiéramos a un joven soltero, centroafricano y musulmán no practicante para los trabajos agrícolas en España e Italia; a una mujer de mediana edad, con cargas familiares, de tez clara y católica practicante para el servicio doméstico; a peones sin familia, que vivan en las obras donde trabajen y que estén dispuestos a la movilidad continua para la construcción; a gente sin horario laboral para la hostelería; a conductores incansables para el transportes, y a mujeres jóvenes y con formación sanitaria para las residencias de la tercera edad. Quiséramos que todos ellos estuvieran dispuestos a cobrar un 40% menos que la media, pero en lugar de esos trabajadores ideales, llegaron otros. El contrato de extranjería es la punta del iceberg del contrato social que quiere establecer la UE. Al negar la capacidad de decisión y actuación a los inmigrantes que vienen a trabajar, nos la están negando a todos los trabajadores. No es solo racismo; se trata de un problema de economía.

LA GRANADILLA VACIA

¿Qué nos pasaa los pacenses?

Antonio Martín Alegría

Badajoz

El sábado por la tarde se me caía la cara de vergüenza cuando contemplaba estupefacto las gradas semivacías del pabellón de La Granadilla. Allí, sobre el parquet, estaba jugando la selección española de balonmano con todas sus figuras --campeona del mundo en el 2005-- contra una selección suiza que no era moco de pavo . Pero no sólo era eso, por tan solo diez euros veías ese partido y otro más entre Rumanía y Brasil.

Lo que no entiendo es por qué escribo esto, tal y como si estuviera sorprendido por ello. Y más habiendo vivido en primera persona aquellos tiempos en que el Badajoz de fútbol rozó los primeros puestos de la segunda A y en las desamparadas gradas de El Vivero apenas se llegaba a los tres mil espectadores. O cuando las chicas del baloncesto jugaban en la máxima categoría de la liga de baloncesto y el aspecto de la Granadilla era tan desolador que se oían hasta los gritos de las jugadoras.

Realmente no nos merecemos nada. Somos la incultura propiamente dicha, deportivamente hablando claro, ya que si hablamos del público que acude a las actuaciones culturales, eso sí que es para echarse a llorar. Luego nos quejamos de que todo el glamour se lo lleva Cáceres.

LOS DERECHOS

DE AUTOR

Cultura e internet

David Otero

Correo electrónico

Hace días que se está comentando la posibilidad de poder cerrar páginas web en internet con o sin intervención judicial. Es un tema que nos afecta a todos directa o indirectamente (si han de cerrar páginas con enlaces, deberían cerrar Google). ¿Alguien se imagina internet sin él? En la Constitución hay tres artículos (9.2, 18.3 y 44) que, si los políticos los tuvieran en cuenta, no habría más que hablar de este asunto y la propuesta de ley quedaría anulada. Según estos artículos, el intento de control de la red es inconstitucional.

Seamos coherentes: cuando a los políticos les interesa, defienden la Constitución como el más sagrado de los textos, pero, cuando no interesa, sencillamente se omite.