AGRADECIMIENTO

Al hospital de Mérida N

L. Martínez, familia y amigos

Mérida

Con el corazón roto y el alma dolorida por la muerte reciente de mi marido y padre de mis hijas, Emilio Simón Amado, en el hospital de Mérida (SES), me permito escribir estas líneas. Aunque tengamos que hacerlo con la amargura que pueda significar para nosotros el evocar y recordar tan difíciles momentos, al mismo tiempo nos complace exponer la experiencia vivida con el fin de agradecer y resaltar la eficacia de esta institución y la valía personal y profesional que nos han demostrado todas las personas relacionadas con nosotros por medio de esa terrible enfermedad.

Llegamos al Servicio de Urgencias 16 días antes de este trágico final. Fuimos atendidos durante 18 horas aproximadamente por médicos, enfermeras, auxiliares y cuantas personas forman los distintos equipos y turnos. Pues sirvan nuestras palabras para agradeceros infinitamente vuestro aliento, amabilidad, cariño y saber escuchar el dolor que en muchas ocasiones no se manifiesta con palabras.

Pasados a la 2 planta ocupamos la habitación 205, quedando ingresado en ella hasta el día de su muerte (5 de enero a las 3.25 horas). La atención y profesionalidad demostrada por todo el equipo sanitario será siempre inolvidable para nosotros. Situaciones tan delicadas como las vividas solamente se pueden superar encontrando personas que no olvidan sus obligaciones, pero que con ellas saben ofrecer solidaridad, amabilidad, cariño y comprensión, ese pañuelo tan necesario donde secar las lágrimas del dolor.

Gracias por ese compromiso personal para con mi familia. Gracias por vuestra atención cariñosa al facilitarnos con tanta dulzura cualquier petición solicitada. Gracias por esa generosidad demostrada al permitir la flexibilidad de ciertas normas. Gracias por tantas caricias y ayudas, por tantas sonrisas y complicidad que en esos momentos, hizo disminuir el dolor para dar paso a la esperanza y la fe en el ser humano. Seguid tendiendo esa mano que hará posible, estoy segura, el acercamiento, la bondad y el afecto sincero entre las personas.

TRAGICO TERREMOTO EN EL CARIBE

Haití en la retina

Sergio Santamaría Santigosa

Correo electrónico

Aprisionada entre escombros, cegada por el polvo y sedienta hasta el extremo, la pequeña Iris se vio enterrada en vida y abandonada a su suerte. Cedió un pequeño cascote y se abrió un haz de luz, pero solo cuando los ladridos de los perros retumbaron en sus oídos revivió. El grito descarnado alivió su soledad, rota por el hallazgo de su cuerpo. Rescatada y con un hilo de vida, los flases y las cámaras dispararon sin piedad, quebrando su tenue intimidad expuesta al descubierto. Miles de cuerpos abigarrados se extienden por doquier disipando el dolor de Iris en la inmensidad de la tragedia de Haití. Los pobres solo tienen dignidad y nadie debería utilizarla sin contar con un consentimiento que muchos ya no podrán prestar. Por eso, todo aquel que la difunda debería pagar un elevado precio para erigir un grandioso monumento a la memoria de esta gente y sacar al país de la indigencia. No promuevo la censura, pero sí me opongo a la mercantilización descarnada del sufrimiento.

pINCIDENTE INTERNACIONAL

El FBI y Llamazares

Diego Mas Mas

Correo electrónico

El chapucero empleo del rostro de Gaspar Llamazares por el FBI para simular cómo sería hoy Osama bin Laden no solo muestra hasta qué punto es chapucera una institución que influye decisivamente en la vida de muchas personas, dentro y fuera de EEUU. Junto a su pésima técnica, muestra su no menos lamentable y peligrosísima mentalidad. Aun inconscientemente, los responsables del FBI equiparan a sus adversarios políticos democráticos, como lo es Llamazares, con sádicos terroristas como Bin Laden.

COMUNICACION

Fe de errores

En la información de las páginas 7 y 8 de el Periódico Extremadura de ayer, martes 19 de enero, por error en algunos párrafos aparecen las siglas del Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Cetaex) cuando se hacía referencia a la Confederación Empresarial del Turismo de Extremadura (Cetex).