ACLARACION

Monográfico de la Revista de Estudios Extremeños N

Moisés Cayetano Rosado

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En carta aparecida en ese diario, el suscriptor de la Revista de Estudios Extremeños, Antonio Méndez González, pide públicas explicaciones por la aparición del monográfico sobre Historia de la Medicina, que acaba de distribuirse como número III de la revista, correspondiente al último cuatrimestre de 2009.

Su extrañeza es que casi todos los trabajos que en el mismo se publican lleven la firma del doctor Diego Peral Pacheco, aunque traten temas dispares del saber de la historia médica. Lo cierto es que esto mismo ya ocurrió con otros monográficos publicados, cual es el caso de las II y las III Jornadas de Historia de la Medicina celebradas en Zafra, publicados respectivamente en 2005 y 2007, estando la revista bajo mi dirección (anteriormente había ocurrido con las I Jornadas). Esta vez, por un error en la impresión de la portada, omitimos añadir al título de Monográfico Historia de la Medicina el subtítulo de IV Jornadas. O sea, la publicación corresponde a las Actas de las Jornadas, a lo que allí se presentó y tal como iba avalado por las firmas de sus autores.

Ocurre que Diego Peral ha coordinado y supervisado las jornadas y las publicaciones, y los integrantes de las mismas decidieron presentarlas tal como en la Revista de Estudios Extremeños aparecen, siendo responsabilidad de nuestro Consejo de Redacción la aceptación del bloque de estudios, formando así los cuatro tomos publicados a lo largo de los últimos ocho años una unidad que, a nuestro parecer, constituyen una aportación útil y rigurosa para la investigación extremeña en general y de nuestro discurrir médico en particular.

En cualquier caso, nos gustaría que se juzgaran las más de 500 páginas de este número, como los también abultados volúmenes de los anteriores monográficos, por su contenido. Estimo, por otra parte, que Diego Peral, secretario además de la revista, ha hecho un trabajo de selección, coordinación, recopilación y presentación minucioso, muy laborioso y digno de reconocer.

Agradeciendo el tono constructivo de la carta, y esperando haber aclarado las dudas manifestadas, reciba un cordial saludo.

Director de la Revistade Estudios Extremeños.

CRITICA DE LA JUSTICIA

El proceso del juez

Baltasar Garzón

M. Peña Sánchez

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Qué pena me dan algunas noticias de estos tiempos. Ahora resulta que el Tribunal Supremo quiere procesar al juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes de la guerra civil. Qué pena. Ni que se fuera a juzgar y condenar a alguien por aquello que sucedió hace más de 70 años...

Me pregunto qué pasa. ¿Es que los familiares de los fusilados no tienen derecho a saber dónde se encuentran sus seres queridos? ¿No tienen derecho a enterrar en un cementerio a los suyos, que están enterrados en las cunetas de las carreteras? Me pregunto por qué se quiere encausar a Garzón, un juez capaz de meter en la cárcel a los delincuentes más peligrosos, algo que casi ningún otro juez es capaz de hacer. Garzón merece todo mi reconocimiento; hay pocos como él. Pero sus superiores parece que lo quieren retirar de la carrera judicial. Qué pena.

Lamento que querellas "palmariamente sospechosas" --según palabras de la Unión Progresista de Fiscales-- como la interpuesta contra Garzón pongan en peligro la independencia judicial. En cualquier caso, si el juez Garzón se ha equivocado en algo, como todo gran hombre, puede tener un mal día, pero no por eso hay que jubilarlo.