EN APOYO A CARMEN PEREIRA

Ataques injustos

Lourdes León

Correo electrónico

He asistido estos días a un ejercicio de acoso y derribo, no exento de hipocresía, por parte de aquellos que sin conocerle juzgan no sólo sus actuaciones políticas, sino que ponen en entredicho su honestidad.

He sido testigo de pitadas, insultos y abucheos de un grupo de ciudadanos dirigidas a su persona minutos después de rendir homenaje a la bandera y , aunque no me pareció el lugar ni el momento más adecuado, entiendo que hacían uso de la libertad de expresión que a todos nos brinda la Constitución. Sin embargo, no me parece justo que del rechazo político se pase al insulto personal, a la descalificación y a la mentira.

Independientemente de los fallos que, en cualquier momento todos podemos cometer, de ninguna manera deberíamos traspasar la frontera que limita al cargo de la persona que hay detrás, sea cual sea su color político. Me quedo con las demostraciones de cariño que percibí la última Navidad, cuando compartimos con el mismo placer la actuación de unos auténticos ángeles , en el López de Ayala, en su gala anual.

Me quedo con la persona sensible, generosa y comprometida, tolerante y humana, que encuentra un hueco en su agenda para atender a quienes la solicitan, sea cual sea su condición y sus ideas y no se oculta cuando se la requiere para explicar sus actuaciones públicas, porque nada tiene que ocultar. Y me complace pensar que cuando deje de ejercer el cargo que ahora le convierte en el blanco de todos los ataques, Carmen Pereira continuará siendo la misma, con los mismos ideales y con más amigos, si cabe, de los que ya tenía antes, algo de lo que muchos de los que ahora le atacan no podrán presumir y que es, al fin y la postre, el auténtico marcador del éxito personal y de la calidad humana.

NOTICIAS SOBRE LA CRISIS

Demasiados errores

Alberto Ríos Mosteiro

Correo electrónico

Ciertos medios de comunicación afirmando que en España se estaba gestando un drama mayor que el de Grecia o haciéndose eco de un rumor que especulaba con que nuestro país iba a pedir un rescate de 280.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. Agencias de rating , que otorgaban la máxima nota a los paquetes que contenían las hipotecas subprime y que desencadenaron el colapso financiero en medio mundo, rebajando las calificaciones de las deudas de los países ante la atónita mirada de la Comisión Europea, que pide más rigor y responsabilidad a quienes, con sus notas, están propiciando los movimientos especulativos. El Gobierno húngaro, alertando de que su país sufre una situación comparable a la de Grecia y que la quiebra del Estado está próxima, y desdiciéndose tres días después aclarando que "las declaraciones anteriores son exageradas". El Banco Mundial, en el informe Perspectivas Económicas Mundiales 2010 , concluyendo que la situación económica de España es muy grave, incluyendo a nuestro país entre los cinco con más deuda de la Unión Europea, y rectificando horas más tarde, pues la nuestra se sitúa veinte puntos por debajo de la media europea. Actuaciones, todas ellas, que han provocado varios desplomes bursátiles, actuaciones por las que nadie ha exigido responsabilidades, actuaciones con las que los especuladores se frotan las manos, el euro se desestabiliza y nuestra prima de riesgo sufre las consecuencias. Demasiados errores que pagamos, y seguiremos pagando, los de siempre.

DISCRIMINACION

¿A quién se le subeel IRPF?

Jacinto Mateo Alcántara

Correo electrónico

Parece que algunos gobiernos autonómicos, como el extremeño, se han puesto manos a la obra para pedir un esfuerzo a los que más tienen. El problema es que la definición de riqueza en España la tenemos muy distorsionada. Así, una familia de cinco miembros con 60.000 euros de ingresos actualmente paga 11.391 euros, considerando las máximas deducciones posibles por vivienda, frente a los 10.082 euros que paga un matrimonio sin hijos con unos ingresos conjuntos de 70.000 euros obtenidos al cincuenta por ciento. Es decir, la familia con más cargas familiares y menores ingresos paga más. ¿No se debería definir bien primero el concepto de riqueza antes de tocar otra vez los impuestos? ¿Por qué no se mira la renta per cápita?