Lectores

¿Número secreto?

M. López

Correo electrónico

Recibí por correo una nueva tarjeta de cargo en cuenta de mi entidad bancaria y una carta que decía que para usar la tarjeta ya no haría falta firmar al pagar una compra, sino solo teclear el número secreto, que eso era "más seguro". Es decir, que por un lado te dicen que al sacar dinero de un cajero tapes el teclado con una mano y, por otro, que marques el número secreto a la vista de la gente de la cola del supermercado, en un restaurante o en una gasolinera. ¿Alguien lo entiende? ¿Dónde está la ley de protección de datos?

PINTURA ROJA SOBRE CORTES

El buen entender

José de Laburu y Rivaya

Algorta

No es entendible que algunas personas desconocedoras de la historia traten de interpretarla basándose en la forma de entender la vida actualmente, precisamente porque son desconocedores . Menos entendible es que hagan ostentación de su incultura manchando una estatua para dar a conocer sus puntos de vista que de puro incultos no saben reconocer una obra de arte.

Tal vez no sepan tampoco que los buenos modales son de uso imprescindible para comunicarse de manera pacífica, por cierto, otra forma histórica de entendimiento entre personas bien instruidas.

El bronce dedicado a Hernán Cortés en su pueblo natal, Medellín, representa a unos sucesos de la historia universal más descriptivos de las distintas formas de ser de los hombres en sus actuaciones y sentires, interpretados por miles de aztecas, miles de totonacas, cuatrocientos soldados españoles de a pie y quince de a caballo. Furia, dolor, cobardía, valor, llanto, risa, amor, odio, fueron descritos por Cortés en sus Cartas de la Conquista de México , además de por otros, todos asombrados por la existencia misma.

Quinientos años después, el Dios de la Lluvia llora sobre México, impotente por los cientos de mujeres asesinadas en Tijuana y otros lares, por los miles de aberrantes asesinatos causados por el narcotráfico, por el hambre y enfermedades padecidas por otros tantos miles, porque la guerra civil no es impensable. Allá, desgraciadamente, solo unos pocos tiran pintura para denunciar la glorificación cruel y arrogante del genocidio que los revienta.

Soy un vasco que lleva veinticinco años a la mar, recalando en muchos puertos del mundo y puedo afirmar taxativamente, compatriotas extremeños, que le estupidez no tiene nacionalidad. No saben esos majaderos ofensivos que el tiempo pasado no se puede trabar. No merece la pena discutir con ellos.

QUEJA POR LA TELEFONIA

Alta fraudulenta

María Rosa Muñoz

Correo electrónico

Soy cliente de Movistar desde hace unos diez años. El 24 de agosto recibí a través de una empresa de mensajería un paquete gratuito que contenía un terminal telefónico, una tarjeta con un número nuevo y diferentes papeles para rellenar, entre ellos un contrato de línea.

Asombrada por el regalito inesperado, llamé a Movistar para que me explicaran el motivo de mi fortuna. Pero mi suerte no era tal. Tras varias llamadas poco exitosas, en las que me llegaron a cortar la comunicación, supe que me habían dado de alta una línea nueva a la que, según decían, yo había dado mi consentimiento. Pero es que a mí no me han llamado ni una sola vez para ofrecerme nada. Y lo mejor: esa nueva línea es un contrato para autónomos, colectivo al cual nunca he pertenecido.

A partir de ahí fueron varias las llamadas que tuve que hacer al centro de atención al cliente hasta conseguir que alguien me cursase la correspondiente reclamación. El día 25 por la noche me indicaron que recibiría una llamada para tratar el tema en el plazo de 24/48 horas, todavía estoy esperándola. Y esta misma mañana he llamado de nuevo, me han dicho que me llamarían por la tarde, pero nada de nada. Por descontado que ya he interpuesto la correspondiente reclamación en la Oficina de Consumo.