CRITICA

El coste de la Sanidad

Antonio Nadal Pería

Correo electrónico

El Gobierno quiere concienciar a la población sobre el coste de los servicios de la sanidad pública y crea las facturas sombra para que nos enteremos de lo que gastamos cada vez que acudimos a un hospital. De esta manera pretende frenar el uso excesivo que al parecer hacemos los españoles de la sanidad pública, a la que cotizamos con nuestro trabajo desde que tenemos un empleo.

Si sufrimos un infarto, no podemos pensar en si es conveniente o no acudir al médico. Debería pensar también el Gobierno en los abonos sombra, en lo que ahorramos cuando no acudimos a la sanidad pública por las razones que sean. Un amigo mío se ha negado a que le realicen un catéter que cuesta 3.000 euros y reivindica que si le hacen una factura sombra por el gasto que ocasiona cuando sufre una enfermedad, le confeccionen del mismo modo un abono por esos miles de euros que no gasta a pesar de que el médico le ha aconsejado la prueba. Lo mismo sucede si acudimos a una consulta médica privada. Ese servicio que pagamos, hay que descontarlo del ahorro que regalamos a la sanidad pública. También debería constar un extracto personal en el que por un lado figurasen los importes que ingresamos en Sanidad con nuestras aportaciones y por otro el gasto que ocasionamos, a ver si el saldo es o no a nuestro favor. El Gobierno se excusa con que el contribuyente tiene que saber en qué se gasta el dinero de sus impuestos. Entonces que nos diga qué gasta cada coche oficial, qué cuesta cada comida de trabajo entre políticos, cada viaje, cada mitin, etcétera.

REPERCUSIONES DE LA CRISIS

Parados viejos

José M. Rivero Pérez

Correo electrónico

Sé que muchos jóvenes no han trabajado nunca y tienen derecho a integrarse en el mercado laboral. Pero hay otro gran problema, que es el de los parados que tenemos 45 años o más. Cuando respondo a una oferta de trabajo, siempre me contestan: "No reúne usted el perfil que buscamos". En realidad, me están diciendo: "Es usted viejo". ¿De qué valen todos los años cotizados a la Seguridad Social si, en puertas de la cotización válida para el cálculo de la jubilación, no te quieren en ningún sitio?

SOCIEDAD

Estado laico ya

Ana Cuevas Pascual

Correo electrónico

Tocan a rebato, de nuevo. ¡Al moro, al moro!, azuzan los modernos torquemadas. La extrema derecha ha elegido su chivo expiatorio. Su pasaporte hacia el odio para las masas. Ese sentimiento que nace de la frustración de un pueblo y que, bien adulterado, se convierte en un vehículo político a cuyo volante solo pueden sentarse conductores sociópatas y destructores en masa. La Iglesia católica, siempre solícita a los intereses de la ultraderecha nacional y viceversa, ya parece estar desplegando los pendones. Con esa nostalgia de antaño, cuando su organización lideró la matanza y expulsión de los que consideraban infieles , despojándoles de todas sus posesiones de paso. Sin complejos para negar la historia o tergiversarla siempre que lo consideran necesario. Como este obispo de Córdoba, empeñado en que llamen catedral a lo que el mundo entero conoce como mezquita. Porque nadie puede negar que la sugerente belleza de su origen musulmán es la esencia de su reclamo. Son sus alminares lo que la gente se guarda en el recuerdo y no la posterior aportación cristiana a su arquitectura. No podemos negar la historia, señor obispo. Los ochocientos años que los musulmanes compartieron nuestro territorio supusieron el periodo de mayor florecimiento cultural, artístico y científico para las tribus de amedrentados cristianos que poblaban estas tierras. Se desarrolló la medicina, la enseñanza, el pensamiento filosófico, la poesía y, en general, todo lo relacionado con el arte y las ciencias. Ignorar este periodo y su influjo es como renegar de lo que hoy somos.

COMUNICACION

Fe de errores

El alcalde de Calamonte, Santiago Alvarez, ha sido denunciado por no restar los puntos del carnet y no aplicar las multas previstas en la legislación, pero no por quitar denuncias de forma arbitraria, como publicó este diario el pasado 20 de octubre.