LOS MISMOS DERECHOS

El verdadero progreso

Faustino Climent

En las últimas fechas se ha producido la inauguración de las escaleras mecánicas en la avenida del Valle, hecho calificado por la alcaldesa Elia Blanco como paso decisivo hacia el progreso. Estas palabras nos definen claramente el concepto tan pobre de progreso que se tiene en el partido socialista, autoproclamado progresista. Siguiendo a Bertrand Russell, un avance técnico no es progreso si no viene acompañado de un avance moral; en este caso concreto, el avance moral no se ha producido, más aún, ha habido un retroceso. Después de una inversión de más de un millón de euros las personas usuarias de silla de ruedas van a seguir discriminadas; una inversión de un millón de euros no va a garantizar la igualdad de los ciudadanos, se va a mantener una barrera arquitectónica, pese a los avisos previos que se han realizado. Esta es, sin duda, la gran tragedia de esta obra; más allá de su desorbitado coste, su discutible utilidad o su oportunidad, consagra una discriminación hacia las personas con discapacidad, y lo hace en 2010, pleno siglo XXI, cuando estas cuestiones deberían estar superadas.

¿Y saben qué es lo peor? Que este desprecio a los débiles no es un hecho aislado o un error puntual, sino algo que impregna la acción política del PSOE, y a todos los niveles. La solución para controlar el déficit público no ha sido, por ejemplo, eliminar duplicidades administrativas que nos cuestan a todos los españoles 26.000 millones de euros cada año. No, el parche consiste en recortar salarios, subir impuestos, eliminar ayudas, congelar pensiones y vender empresas públicas rentables, medidas que afectan fundamentalmente al ciudadano común, al que tiene dificultades.

Es necesario recuperar la idea de progreso, entendido como el aumento de la libertad y la igualdad entre los ciudadanos, para guiar los pasos de nuestra sociedad. No hemos progresado más porque tengamos escaleras mecánicas, patinetes eléctricos, isletas multimedias o coches patrulla de 40.000 euros. Habremos progresado cuando todos los ciudadanos, independientemente de sus circunstancias, tengan los mismos derechos y puedan ejercerlos efectivamente.

Candidato UPyD Plasencia.

OBRAS EN EL CEMENTERIO

¿Quién arregla loszócalos rotos?

Agustín de la Osa Acedo

Cáceres

Cuando hicieron las obras del nuevo pabellón de nichos (negros), que por cierto quedaron muy bien, al levantar el suelo para hacer todo más uniforme, rompieron catorce zócalos de los nichos existentes en esa zona.

Hablé con distintas personas, entre ellos el encargado del cementerio y el arquitecto del mismo, diciendo que una vez que se terminara la obra nos lo arreglarían, porque no sabían si la responsable era la empresa que los estaban haciendo o el propio ayuntamiento.

Pasó un tiempo razonable y no hicieron nada por lo que me personé en el ayuntamiento y hablé con el arquitecto, quien me dijo que no tenían derecho a ponerlas ya que no son propiedad.

Esto me parece un abuso de poder, como todo lo que están haciendo estos señores.

Luego se gastan 20.000 euros en modificar el hormigón que hicieron, sin tener en cuenta que tenían que haber puesto la lápida de los Cidos, en la guerra civil.

El importe de estos zócalos es más barato que las dietas que cobran los socialistas en una sesión del ayuntamiento.