TMte gusta mucho leer. Tanto como me horrorizan los precios de los libros y no porque no considere que un buen escritor está en su derecho de decir "porque yo lo valgo", sino porque fastidia que, tras pagar un pastón, la tercera página ya parezca ladrillo. Sucumbo ante un buen título y ante los más vendidos. A menudo yerro. Me ocurrió con El oso cavernario , La ladrona de libros , La historiadora , y dos horrores acerca de Dante y Poe que no sé si perpetró un tal Matthew Pearl o su traductor. Hay lecturas --La metamorfosis no -- particularmente adecuadas al verano, etapa relajante en que apetece entretenerse mucho y no pensar ni penar demasiado. Hace dos años Almudena Grandes nos heló el corazón y el pasado, Lisbeth se paseó por todos los destinos veraniegos dentro de las bolsas de playa. En cada sombrilla se perfilaba su estilizada e inquietante silueta. Este año la crisis ha dispersado las hamacas y ya no son la Salander o la morisca Fátima las favoritas sino que reina después de todo un curso de éxito la historia de amor, moda, guerra, posguerra y espionaje de El tiempo entre costuras . A mí no me cautivó pero algo tendrá cuando sigue siendo un superventas. Yo he pagado mi particular tributo a las lecturas del verano con Los ojos amarillos de los cocodrilos . Es un libro que les divertirá aunque nunca alcance la categoría de clásico. También disfrutarán con esa joyita realista de humor, melancolía y ternura que es Grandes superficies de Pilar Galán . Yo, mientras espero que alguien me regale El asedio , flipo con el puesto de libros de ocasión del Paseo Marítimo enfrente de casa de mi madre. Allí compro a voleo. A veces acierto y a veces no, pero entre dos euros y medio y seis que cuestan no duele la equivocación. He encontrado tesoros como El día de los inocentes de Josip Novakovich o Secretos de familia de Julia Glass . Leo algunas páginas, y guiada de mi intuición me los llevo. Ayer, sin ir más lejos, cargué con cuatro y desdeñé el quinto porque el autor hablaba de "unas nubes esporádicas". Maniática que es una.