Sociólogo

Tras las elecciones municipales y autonómicas en Extremadura, ha quedado patente que los jóvenes somos parte de nuestros pueblos y ciudades, que hemos participado electoralmente a través del ejercicio del derecho al voto, como expresión del juego democrático.

Por tanto, todos aquellos adultos --e incluso algunos jóvenes--, que hayan podido menospreciar o cuestionar nuestro interés por la actividad política, debieran reconocer la lección de compromiso cívico manifestada por el electorado más joven con su sufragio en estos comicios, como síntoma del estado de salud democrática del que gozamos.

La posible causa de tal nivel de participación electoral juvenil alcanzado en Extremadura, se ha debido al despertar de una conciencia social que estaba aletargada o anestesiada por diversos motivos ambientales y/o personales. Parece que el "pensamiento único" ha sido desmontado por unos sentimientos colectivos de rebeldía e inconformismo, generados a raíz de las movilizaciones contrarias a determinados acontecimientos de nuestra realidad patria.

Esperemos que los llamamientos constantes a la participación juvenil por parte de los distintos líderes de las formaciones políticas en nuestra comunidad autónoma, sean compensados con nuevas actuaciones que incidan en la mejora de nuestra calidad de vida, en especial, en materia de empleo y de vivienda. Por supuesto, sin olvidar la educación, la salud, o el ocio y tiempo libre, que aparecen como preocupaciones en el ránking de problemáticas del joven de hoy.

No cabe duda que los jóvenes ahora más que nunca debiéramos seguir respondiendo con nuestra cooperación en cualesquiera de los procesos y espacios de participación, donde se soliciten nuestras aportaciones para diseñar y ejecutar políticas de juventud; e incluso llegando a exigirlos, si por parte de los próximos representantes institucionales no hubiera intención de constituirlos con nuestra presencia e ideas de bienestar general.

Lo suyo sería que ahora, esta nueva "legislatura de la juventud" que se inicie en fechas próximas, pudiera ir dando sus frutos en el marco de un plan estratégico de desarrollo regional, que produjera un cambio de mentalidad en el joven que le anime a emprender en los distintos ámbitos societarios, y formándonos en el desempeño de las funciones de puestos de responsabilidad, que marquen el rumbo de progreso para éste, nuestro pueblo extremeño del siglo XXI.

Enhorabuena a todos y todas.