Juan Ramón Lucas es un periodista de raza que no precisa ofender, escandalizar, poner a sus invitados en un brete o brillar sobre ellos. Un profesional competente, no como ciertos presentadores a la moda que degradan su digna profesión para convertir los medios en un vertedero. Comunicador afectuoso y educado mima por igual a Mayor Oreja o a Leire Pajín , pues no los recibe para maltratarlos sino para mostrar su lado más humano. Con atención y curiosidad escucho una entrevista a la flamante ministra de Sanidad. Me interesa acercarme a la protagonista, de rabiosísima actualidad hoy, para huir de los tópicos. Su trayectoria fulgurante, el gran poder gozado (¿y perdido?) como secretaria de Organización del PSOE, y sobre todo aquellas intergalácticas y jabonosas declaraciones sobre Obama y ZP la tenían hace tiempo en el ojo del huracán. A la joven política le suena muy fuerte ser ministra e igual sintió cuando la llamaron señoría con veinticuatro años. Algunos dirán que su sexo y juventud bastan para levantar envidiosos recelos pero debo confesar que a mí, como a muchos, me estomagaba. Siempre he encontrado su tono propagandístico, regañón y sabihondo. Hay quien piensa que ha perdido escalafón en esta nueva etapa felipista del zapaterismo. Otros cuestionan sus conocimientos, experiencia y méritos para estar al mando de Sanidad, la Joya de la Corona. Yo la veo cercana, entusiasta y amable aunque rotunda en exceso quizá porque se cree lo que dice. Tal vez mute como Blanco en ministra trabajadora y servicial, conciliadora y eficiente. Tal vez olvide el interés del partido y prime el de España. Sin embargo sus datos no coinciden con los míos ni con los del INE. Dijo que hoy gracias al PSOE los hogares se enfrentan a la crisis con esperanza. La verdad es que el 21% de los españoles superan el umbral de la pobreza frente al 19,8% de 2004, cuando ellos llegaron. ¿Sigue instalada en la soflama propagandística? Recordemos que lo que algunos juzgaron o desearon, (¿Tomás Gómez ?) como etapa postzapaterista no es ya sino período electoral.[,06]

El físico extremeño Antonio Serrano , junto con el equipo investigador AIRE, del que forma parte, colabora con la NASA en un proyecto internacional para medir la radiación solar. Extremadura es una tierra a la que llega alta radiación y los investigadores contribuyen a la medición con equipos instalados en Cáceres, Badajoz, Plasencia, Fuente de Cantos, Orellana y La Covatilla (Salamanca).