El debate sobre el lenguaje inclusivo, respetuoso y feminista ha cruzado nuestras fronteras. Desde varios grupos de la izquierda se critica el uso genérico del masculino gramatical, pues es considerado sexista, y para contrarrestarlo optan por nombrar dos veces a cada grupo, utilizando también la forma en femenino de la palabra. Aunque la RAE no cesa de debatir contra los que intentan tomar el control de nuestro idioma, estos últimos no entienden que son los hombres los que salen perdiendo con el uso del masculino genérico. En español no tenemos ninguna forma de hacer referencia a un grupo compuesto solo por niños, dado que al decir «niños», como es el plural, se entiende la posible existencia de niñas en ese grupo. Sin embargo, cuando decimos «niñas», todos entendemos que es un grupo compuesto solamente por mujeres, y en este sentido somos las mujeres las que tenemos un tratamiento especial al tener el privilegio de poder usar una palabra específica para nosotras solas, donde no hay cabida a la existencia de personas del sexo opuesto.