TAt Julio Madariaga Alonso-Marugán le gustaban la música, los libros y su carrera de Medicina, que estudiaba en Salamanca. En la librería de Pepe Núñez , de la calle la Rúa, Julio Madariaga se inició en el desasosiego y en la literatura maldita y prohibida. De ahí saldría para la muerte. Fue el 14 de octubre. Eran las cuatro de la tarde cuando la política social se los llevó a todos: a Pepe , a María Santibáñez , a Paco Nobelty y a Julio (Aníbal era un niño). A las once de la noche, Julio Madariaga ya estaba muerto. Fue una desgracia. Doña Julia , su madre, murió dos meses después y lo hizo de tristeza y de pastillas. Su padre, don Antonio Madariaga , nunca más montó a caballo. Murió 25 años después, justo el día en que Felipe González (uno de los suyos) juraba como presidente del Gobierno. Era la democracia.

Rodríguez Ibarra , como Julio , como tantos otros, estuvo en la trastienda de la libertad y de la literatura prohibida. A Julio lo mataron. A otros también. Ibarra es ahora mi presidente. En Mérida, en algún despacho, se esconde uno de la brigada . Descubrir quién es, saber quién nos deja sin El Periódico en las bibliotecas y destituirlo tiene que ser el primer trabajo del presidente; lo demás será inaugurar autopistas al totalitarismo.

*Periodista