El preámbulo del texto reformado del Estatuto va a ser modificado, según ha asegurado Manuel Barroso, uno de los ´padres´ del mismo. El diputado popular afirma que el presentado en la Asamblea el pasado 21 de mayo es el resultado de juntar dos versiones, una del PSOE y otra del PP, y que ahora se pretende hacer un texto conjunto, más corto y que evite repeticiones. Como se recordará, el preámbulo del Estatuto reformado fue objeto de atención periodística por su verbo florido y el énfasis concentrado en frases como "erguido sobre esta tierra generosa y sabia (...)"; o "Ancestros que no nos legaron el peso de una identidad imperativa..."

Es entendible el ardor retórico de su autor o autores, la pasión depositada en unos párrafos destinados a encabezar la norma que nos da la autonomía, pero el Estatuto no es más que el pacto entre el Estado y la Comunidad para distribuir la soberanía. Los estatutos hasta ahora reformados han aprovechado la ocasión para elaborar unos preámbulos épicos, para aventar unas esencias que, en muchos casos, no responden a la realidad del sentimiento al que aspiran representar. La retórica es mala casi en todas las ocasiones. Una veces ahoga a la prosa limpia y clara; otras veces impide el silencio.