Escritor
Las listas de Madrid nos hacen meditar, y no salimos de nuestro asombro. Me refiero a las listas a la autonomía, que parecen confeccionadas por Rodrigo Rato, y no hay que desechar la idea. Lo mismo cree uno del señor Blanco, que debiera dimitir y volver Alfonso Guerra con toda urgencia, por todo lo referente a las amistades. En la derecha no hay problemas, porque nadie se va a marchar al PSOE teniendo la teta más gorda en el PP. Pero en el PSOE el hambriento padece un hambre de siglos de marginación, y en la época de Guerra bastaba con ir con una trenca y una barba de varios meses; pero eso ha cambiado y ahora de argüir alguna justificación, es la contraria. Por ejemplo, ahora tienes que hacerte el encontradizo con Zapatero y tras saludarlo, dejarle caer la perla. O sea:
--Hombre, Zapatero... Soy amigo de Blanco...
--Encantado, hombre...
--Pues nada, que hemos tenido los constructores una reunión en el Ritz fijando ya las listas...
--Ah, muy bien...
--Es decir, ahora las listas son siempre con doble sentido, porque no son las listas a la CEOE, sino al PSOE de Madrid. En fin, algo realmente muy sofisticado, porque nada es lo que parece. Pero da un resultado magnífico. Ayer mismo, Arenas Bocanegra ya salió con otros modales en la televisión, y con la voz muy profunda, era partidario de unas nuevas elecciones. Se veía venir. Lo lógico hubiera sido parar la elección a la Asamblea, expulsar, quisieran o no a los gángsters, obviarlos con los dos siguientes e ir a la elección verdadera y democrática. Ahora ya no vale. Las nuevas elecciones están ya trufadas y truncadas. No son además democráticas, y el Estado de derecho sale muy perjudicado, aunque eso ya dé igual, porque aquí el Estado de derecho deja bastante que desear, para ser un régimen vulgar y corriente donde jamás se ha aclarado nada que no sea Filesa. Si este país fuera de derecho de verdad, los miembros de la Comisión de Valores, todos, debieran estar en la cárcel o en los aledaños, pero no. ¿Cómo va a poder hacer listas auténticas el PSOE, que amenaza con hacer cien mil viviendas protegidas para los más necesitados y desequilibrar el mercado de la construcción? En Madrid, eso no va a pasar, salvo que haya un resto de dignidad en las listas y en los que de nuevo vuelvan a votar.
