TLta sociedad estadounidense vuelve a preguntarse si está preparada para afrontar en la ficción la tragedia del 11 de septiembre. El debate ha vuelto a surgir tras el estreno de United 93 , la película que revive el pánico de los pasajeros del cuarto avión secuestrado aquel fatídico día, que partió de Nueva York con destino a San Francisco y terminó estrellado en Pensilvania sin que los terroristas alcanzasen su objetivo: destruir la Casa Blanca.

Puede parecer paradójico preguntar a la misma sociedad que supo responder en su día a la tragedia si está ahora, cinco años después, en condiciones de rememorarla en las pantallas de un cine. Pero la cuestión es pertinente, como es lógico pensar que no cabe una respuesta unívoca. De la misma manera que ante la muerte de un ser querido algunos individuos necesitan un largo periodo de luto antes de revisar fotografías o vídeos familiares, otros necesitan precisamente eso para poder sobrellevar la pérdida.

No estamos ante una ciencia exacta, ni está escrito en ningún tratado cuánto tiempo requieren los individuos o las sociedades para superar un trauma de esa magnitud. Tampoco en este caso concreto las taquillas o las audiencias nos proporcionan pistas claras. Hasta ahora, aparte de los reportajes periodísticos, se han estrenado en Estados Unidos un par de películas en el cine y otro par de producciones en la televisión con una respuesta dispar por parte del público: mientras las películas han obtenido discretísimas taquillas en las salas de cine, los telefilmes han logrado audiencias millonarias. Sería interesante saber el por qué de esta contradictoria reacción.

United 93 se estrena ahora en España. Llega avalada por críticas extraordinarias y envuelta en este debate sobre la pertinencia de acercarse desde la ficción a una realidad aún fresca en la memoria de todos los ciudadanos. Quizás no sea la cercanía de la tragedia la que retraiga a algunos espectadores, sino la sensación de que la ficción no rememora circunstancias pasadas sino amenazas que siguen aún presentes, como hemos podido comprobar este mismo verano con el plan terrorista abortado en Gran Bretaña.

No me cabe duda de que en nuestro país se observará con lupa la reacción del público ante esta película para analizar la conveniencia de afrontar proyectos similares sobre la masacre del 11 de marzo.

*Periodista