El día de la resaca, el de la foto de los toreros guapos en Cultura sin la ministra, el clembuterol de Contador , el beso del gordo y la flaca, amantes imposibles en la SER tras el paripé o lo que fuera esa huelga de chichinabo, el ataque a las leyes en Ecuador y el guillotinado sueño 2016, me sobrecoge una noticia casi en sordina bajo la tormenta de información. Bruselas se arrodilla ante le petit Nicolas , ese loco bajito, que no es un niño de Serrat ni un cuento para peques sino otro mandón más, demócrata convencido este, con las mismas hechuras que otras menudos como él de gloriosa o triste memoria, prepotente chulito dispuesto a traicionar a la dulce Francia semidesnuda y bellísima, la que enarboló para todos la bandera de la libertad. La Galia alcanzará la tranquilidad de todos los franceses auténticos no-marranos y ultrajará su historia expulsando a los ruines gitanos y Europa le va a dejar. La comisaria Reding se traga su ira santa y envaina como una fláccida espada el puñetazo en la mesa que no dio y los dirigentes miran para otro lado porque la France es soberana. Dicen algunos mal pensados que algo va de intrigas palaciegas en ese remedo putrefacto de corte que es la europea, y que, por ejemplo, nuestro ZP , vengativo él, se la tenía guardada a la combativa luxemburguesa desde que esta despedazó dialécticamente a la ministra de Igualdad. Pero es que no se trata de una ley sin más. Se trata de consentir que se pisoteen los derechos de los seres humanos, en abolir por las buenas el espacio común europeo solo para unos pocos, considerados delincuentes en virtud de su lugar de origen y ¡de su raza! Habrá ladrones calés como hay ladrones payos, pero no se les echa por ladrones sino por calés. Y eso no se puede hacer. No por el egoísta aunque humano motivo del famoso poema "hoy me llevan a mí pero ya es tarde" --la historia ha demostrado sobradamente que suelen ser los pobres, bajitos y oscuros, no los ricos, rubios y altos los masacrados-- sino porque Europa no puede permitirse en modo alguno repetir pasajes de tan siniestra memoria.