WLwa Junta de Extremadura ha anunciado que facilitará medios técnicos para que los municipios pequeños y medianos --precisamente aquéllos que no cuenten con dichos medios-- puedan hacer controles de alcoholemia, de velocidad y de ruidos. Es uno de los acuerdos aprobados en el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado en Hervás y dado a conocer por la consejera de Presidencia, Casilda Gutiérrez . Se trata de una iniciativa loable y justificada. El sentido común señala que los conductores bebidos, así como los que circulan a velocidades superiores a las permitidas, no sólo van por las grandes ciudades. Incluso las estadísticas apoyan la necesidad de que en los pueblos pequeños se lleven a cabo controles de alcoholemia, puesto que son en los trayectos cortos, y en carreteras secundarias, donde tienen lugar con más frecuencia accidentes mortales. Pero precisamente porque hay argumentos suficientes de la pertinencia de dichos controles, la medida aprobada por la Junta se antoja escasa. El hecho de que únicamente 30 localidades de la región, puedan contar con un vehículo dotado con etilómetros, alcoholímetros y aparatos de control de velocidad, y durante un mes, pone en evidencia la necesidad en que se encuentran muchos más.