Está solo pero es tenaz y sabe cómo hacer ruido. El portavoz y único concejal de IU en el Ayuntamiento de Cáceres, Víctor Casco , conminó al alcalde a que permitiera colgar del balcón del consistorio una bandera republicana como homenaje a esta etapa y que ordenara quitar el crucifijo que preside el salón de plenos. Pero sus peticiones cayeron en saco roto. Ahora, siguiendo con su particular visión de un estado de derecho democrático, ha solicitado a Saponi que se retire la distinción de hijo adoptivo al ultra Blas Piñar . El alcalde se lo pidió por escrito y Casco así lo hará. Seguro que hasta que no vea caer la foto de Piñar del muro de los hijos ilustres de Cáceres no cejará en su empeño.

Y los que tampoco están dispuestos a arrojar la toalla son los encausados por las protestas del 13-M contra el PP. Es curioso que únicamente sigan abiertos procesos por estas manifestaciones ciudadanas en Cáceres cuando en Madrid ni siquiera se llegaron a iniciar. Los abogados de los acusados aseguran que no existió delito electoral por manifestarse el día de reflexión, pero el juez que lleva el caso ha decidido tomar declaración a todos. Luego decidirá qué hace. La lógica lleva a pensar que imitará a sus colegas, pero...