En un par de años llegaré al poder", profetizó en junio del 2000 el ahora presidente electo de Ecuador, que estos días visita España con el objeto de pedir el fin de la "semiesclavitud" en la que, según él, viven muchos de los inmigrantes ecuatorianos.

Lucio Gutiérrez Borbua (Tena, Ecuador, 23-3-1957) es un exmilitar de familia de militares que llegó a coronel y que protagonizó un golpe de Estado el 21 de enero del 2002 que derrocó a Jamil Mahuad, impopular presidente democristiano. "Fue un golpe a la corrupción", suele responder a los que le preguntan si es un golpista. El caso es que se rebeló con el apoyo de la minoría indígena (el 25% de una población de 12 millones de habitantes), pero después de tres horas los políticos más influyentes, los generales del Ejército y el embajador de EEUU lograron que el poder fuese para el vicepresidente Alvaro Noboa. El bolivariano Gutiérrez estuvo en la cárcel casi cinco meses. Cuando fue amnistiado, fundó el partido Sociedad Patriótica 21 de Enero, con el que ganó las elecciones en noviembre. Ha prometido una ley contra la corrupción, la reducción drástica de diputados, la renegociación de la deuda externa con el FMI y seguir con la dolarización. Esta no gusta a los indígenas que le han apoyado en las urnas y que, por primera vez en la historia de Ecuador, han conseguido que triunfase su candidato.