Se rieron mucho de Fidel Castro, víctima de una broma de un imitador de Chávez desde una emisora de Miami; alguien dijo que "esto a Franco no le pasaría" y en Radio Nacional, bajo la batuta de Antonio Jiménez, pasaron a descalificar las intenciones de Rafael Simancas. Empezó Ramon Pi: "Simancas ha dicho cosas contradictorias. Que no quiere ser presidente con el apoyo de los dos corrutos, como dice Pepe Blanco, y que si le votaban lo primero que haría es convocar elecciones. Nadie puede ser presidente de manera involuntaria. Los amigos de Simancas me han dicho que no me lo tome en serio, que no saben qué hacer". Isabel Duran amplió la denuncia: " El País invierte la carga de la prueba y dice que es la presidenta de la Asamblea de Madrid la que tiene que tomar la decisión de si Simancas va a ser presidente". Su tratamiento de los tránsfugas fue exquisito: "Como a la presidenta le consta por escrito que el señor Tamayo y la señora Sáez han dicho que acudirán a la Asamblea a votar a Simancas, no queda más remedio que una suma aritmética y convocar la investidura para el lunes". Discrepó Román Orozco: "Si Simancas no quiere los votos, no siendo la lista más votada, que no se presente". Jiménez no dudaba: "Para la credibilidad democrática, es mejor convocar elecciones". Seguían tan contentos en darse la razón unos a otros que Rafael Escuredo optó por el enigma: "Si esto no se cuenta como un relato cómico, los que graban esta tertulia nos pueden poner una querella como si fuera Crónicas Marcianas. Yo no descarto sorpresas en los próximos días".