Irán, cuyo presidente es Mahmoud Ahmadinejad está de nuevo en el centro de la polémica por sus bárbaras leyes contra las mujeres. Irán ha suspendido la lapidación de Shakine Mohammadí Ahstiani, condenada a muerte por adulterio, debido a la presión internacional, pero la suspensión no significa la conmutación, por lo que la sentencia puede hacerse efectiva cuando pase esa presión.