Catedráticode Economía

Las condiciones económicas de los últimos años han estimulado la compra de vivienda. Y la poca política que se ha hecho, también. Los tipos de interés bajos, la creación de empleo y las ventajas fiscales han alimentado la compra. Al final, tanta presión de la demanda ha llevado a una escalada insoportable de los precios. El precio del alquiler guarda relación con el de compra, y los contratos de alquiler recientes están ya por las nubes.

El alquiler ha sido el patito feo de la política de vivienda y las dificultades para los jóvenes que se quieren emancipar o para quienes quieren trasladarse son grandes. ¿Para cuándo la restauración de la deducción por alquiler a favor del inquilino, que la reforma del IRPF de 1998 se llevó por delante?