TLta OPA sobre Endesa realizada por E.ON ha comenzado a destilar una serie de aromas inquietantes. Los campeones del mercado, los defensores de los accionistas, los garantes de una operación sin interferencias políticas comienzan a mostrar una serie de cartas que resultan muy poco presentables. El caballero blanco teutónico comienza a ver teñida su armadura con manchas negras.

Eliminadas las barreras levantadas por el gobierno del PSOE para obstaculizar su oferta, la cúpula directiva de E.ON está utilizando todos los medios a su disposición para lograr sus objetivos. Estos van de la introducción de demandas judiciales sin fundamento contra sus competidores reales o virtuales al recurso a la potencia de fuego del Gobierno alemán para hacerse con el control de Endesa. ¿Les recuerda esta estrategia a alguna otra que E.ON denunciaba hace unos meses?

El pasado martes, Michael Glos , ministro de Economía alemán, escribía un artículo en el diario Handelsblat a favor del juego limpio, del respeto a las reglas del mercado etcétera, y acusaba, entre otros Estados, a España de incumplirlas. Esto está muy bien pero Alemania no es un ejemplo de nada de eso sino de todo lo contrario. El gobierno Schrder, del cual formó parte el señor Glos, hizo todo lo posible y lo consiguió para obstaculizar la adquisición de campeones nacionales germanos por inversores extranjeros y selló un pacto con Francia para blindar a sus empresas de la voracidad de los capitalistas sin patria. Al mismo tiempo, el gobierno corporativo en Alemania es de una opacidad clamorosa. La mezcla de intereses públicos y privados, de la política y de la economía es uno de los rasgos definitorios del denominado capitalismo renano cuya similitud con un capitalismo abierto y competitivo es la misma que la de Darth Vader con Hans Solo . Así pues, Alemania no puede dar lecciones.

Dicho esto, sólo existe una opción limpia y aceptable para que E.ON adquiera Endesa: pagar a los accionistas, realizar una oferta que les resulte atractiva. En este sentido, Merkel, Glos y, como diría el castizo Rita la cantaora , pueden decir lo que quieran, presionar a quien quieran, poner las acciones judiciales que quieran... Nada de eso les bastará para quedarse con una empresa que ya vale en la bolsa dos euros más de los ofrecidos por el señor Bernotat . En la práctica, la actuación de E.ON recuerda cada vez más a la que se imputó a Gas Natural cuando opó a Endesa: un impresentable recurso a la política para quedarse con una empresa cuyos dueños son los accionistas. ¿Qué fue del caballero blanco Hrr Bernotat?

*Periodista