En un colegio privado situado en una de las zonas de expansión de la capital cacereña, para más señas de monjas, han expulsado a unos alumnos que habían constituido un pseudo grupo neonazi dedicado, entre otras cosas, a extorsionar a compañeros suyos, alumnos colombianos, a quienes obligaban periodicamente a llevar determinadas cantidades de dinero que debían entregarles. En todas partes cuecen habas.