Por ser el Día de Extremadura deberíamos hacer una reflexión: ¿Qué hacemos por nuestra región? Resulta sorprendente lo que nos quejamos. Se nos llena la boca de palabras gruesas enojados por el olvido de nuestro entorno, pero, insisto, ¿luchamos nosotros para acabar con esa discriminación?

Con los políticos no hay que contar. No conozco a ninguno que se rebele de su partido como contrapunto a ese sentimiento de dejadez que se percibe por parte del Gobierno central, dé un golpe en la mesa y pelee apartándose de la disciplina de partido.

Ahora el mantra es bregar por un tren digno. El ferrocarril de finales del siglo XIX era más rápido y registraba menos incidencias que los actuales. Las primeras voces procedieron de los políticos, pero ¿qué hacen los ciudadanos para luchar por un tren digno? ¿Iremos a la manifestación de Madrid para hacer frente común y que el Gobierno central reciba el mensaje de unidad? Permítanme que dude. ¡Qué no nos quiten la comodidad del sofá! ¡Y que reivindique otro!