Los Goya de hoy rinden honores por su carrera a Manuel Alejandre/Alexandre Abarca (Madrid, 17-11-1917), uno de los secundarios más principales del cine español, con 300 películas en su haber. La mayoría de personajes encarnados son, según él, "sufridores que se sirven de una cierta ironía para salvarse".

Hijo de un fontanero que vivió 101 años, Alexandre (la equis se la puso porque le parecía menos áspera que la jota) dejó los estudios de Derecho para dedicarse al teatro, atraído por su facilidad para recitar versos. Debutó en un escenario en 1945 con Cuando las Cortes de Cádiz, y dos años después, en cine, dirigido por Luis Lucia en Dos cuentos para dos. El aterrizaje cinematográfico se lo debe a Fernán-Gómez, a quien conoció estudiando declamación. Advirtió que su físico no daba para hacer de galán y acopló su voz a papeles ligeros. "Comprobé que mi particular forma de hablar resultaba graciosa; por eso empecé con los personajes cómicos".

Sus directores predilectos han sido Bardem, Berlanga, Fernán-Gómez y, en tiempos más recientes, José Luis Cuerda. Soltero de vocación, confiesa que las mujeres han sido su "gran pasión y permanente esperanza". Con la actriz María Luisa Ponte llegó a convivir 11 años, pero siempre desconfió de que un actor como él pudiera mantener una familia. Al actor de carácter le ha faltado carácter.