Está considerado el mejor ajedrecista extremeño desde los tiempos de Ruy López, y a sus 23 años ya sabe lo que significa ser campeón de España absoluto en la modalidad abierto y subcampeón de toda Iberoamérica. Pero aunque viaja a las competiciones de medio mundo, se codea con los grandes y su currículo gana enteros con cada jaque mate, Manuel Pérez Candelario (Zafra, 1983) sigue siendo un cercano y dicharachero joven, estudiante de Historia en Cáceres, que se apasiona frente a un tablero como en su niñez, cuando jugaba con su padre y sus primos para pasar la tarde. "Nunca me vi mejor que otros, esto fue viniendo solo..." , confiesa. Tiene, eso sí, el aurea del genio con sus gafas oscuras, su habla rápida, su aspecto sencillo y una mente capaz de jugar una y mil partida a la ciega como hizo el sábado en un centro comercial cacereño. Ganó, por supuesto.