Escritor

Tierra soñada por mí, decía la Granada de Agustín Lara (no confundir con mi amigo Agustín) o eres como una espinita ... etcétera. Era la época. Y Agustín Lara, su autor, era como un refrito de Jorge Negrete, que cantaba a España con pasión en una época que México era una república admirable, hasta hoy que no se sabe lo que es, aunque la imagen más real es la canija de Armando Manzanero. Pues está pasando que nadie sabe por qué, Marbella se está quedando sin una canción adecuada cuando es difícil que nadie que no vaya a Isla Cristina no se dirija a Marbella, de la que hacen encendidos elogios, con las frases más rimbombantes del acerbo cultural de la época: es una maravilla, te lo pasas bomba, te empercudes con educción, etcétera... Mi interlocutor se pierde en un dédalo de frases vacías que él cree están muy llenas...

--¿Y cómo hacéis...?

--Bueno pues lo pasamos muy bien...

--¿Os bañais...?

--Es lo de menos... Marbella es como si El Corte Inglés hubiera hecho una ciudad dentro de su edificio en cada sitio. El sueño nuestro es vivir en El Corte Inglés y que esté permanentemente abierto porque se terminan las depresiones. Imagina lo que sería estar en un bungalow, o en un apartamento, dentro de él, o un pareado que estaría en el gourmet, y tú allí dentro... Ligar sería cuestión de salir y echar una ojeada en los probadores con chicas recién llegadas de Puertollano buscando apartamento:

--Pues en el mío hay una cama libre...

--Y en el mío...

Yo pienso que esto que ha imaginado mi amigo no es ninguna locura. Creo que incluso se va a ese tipo de ciudad con grandes almacenes, donde te despiertas con hambre y te bajas al híper, o te quieres coger una moña distinguida y te compras un Rioja, y después a dormir otra vez. Saldrías del apartamento y te echaría una señorita Calvin Klein para despertarte. En fin, sería algo permanente y gozoso, que todo es cuestión de llevar varias tarjetas. Esa gran ciudad no admitiría el aburrimiento, y por nada y menos te relacionarías con una de estas hembras mostrándote el ombligo y una minifalda despampanante.

Por favor, cuanto antes.