El centro de menores Marcelo Nessi no deja de ser noticia. Después de difundirse a los cuatro vientos el vídeo en que un vigilante agredía a un interno mientras permanecía atado a la cama --después de que éste le tirase una zapatilla--, lo que ocurre en esa institución es carne de polémica. Una polémica que ha desembocado en que el centro tenga ahora mala prensa. Buena parte de esa mala prensa se debe a las continuas denuncias de los padres de los internos, que lo han colocado sin interrupción en el escaparate de la opinión pública. Pero los hechos que cuentan son graves. No de otro modo puede considerarse que uno de ellos trate de ahorcarse con una sábana, por lo cual está ingresado en la UCI del Infanta Cristina, y que un segundo interno se haya autolesionado y también haya sido trasladado al hospital, si bien en este caso su estado no es preocupante.

No se puede olvidar que quienes se encuentran internos lo están porque la Administración de Justicia así lo ha decidido. Es un centro cerrado con menores acusados o sentenciados por delitos, cuyo carácter suele ser conflictivo. Pero precisamente por eso, la vigilancia --para que no lesionen ni se autolesionen-- debería ser tan estrecha que no dejara margen a estos episodios.