El Congreso de los Diputados rechazará hoy la enmienda aprobada el miércoles de la semana pasada en el Senado por la que se iba a derogar el registro creado el pasado mes de mayo de preasignación de proyectos de energías renovables. Los grupos que en la Cámara Alta impulsaron esa iniciativa, CiU y el PSOE, aseguraron ayer que cambiarán hoy el sentido de su voto después de que el sector de las renovables en España y algunos gobiernos autonómicos como el extremeño, presionaran para lograrlo debido a que la supresión del registro podría suponer el fracaso de decenas de proyectos en marcha, habida cuenta de que suponía automáticamente limitar, en el caso de la energía termosolar, a un máximo de 500 megavatios las centrales susceptibles de aprobación para toda España. Solamente en Extremadura hay proyectos que, sumados, superan esa potencia.

La marcha atrás, por tanto, es oportuna. Pero con esa rectificación solo se consigue evitar una situación irreversible e inmediata. El problema de fondo continúa vivo, y es que un sector tan pujante como este necesita con urgencia unas reglas de juego seguras y duraderas para su desarrollo. A ello debería aplicarse sin demora el Ministerio de Industria.