La operación a corazón abierto a la que fue sometido el martes Mariano Gallego (Valdecaballeros, 1945), ha convulsionado y alegrado a la vez a los dombenitenses, que desde que se quedaron huérfanos de alcalde en septiembre del año pasado, no han parado de interesarse por el estado de salud de la persona a la que dieron su respaldo en los últimos comicios locales con más del 54% de los apoyos.

En noviembre pasado, en su única visita a Don Benito durante todo este tiempo de ausencia, Mariano Gallego reconocía que finalmente decidió tratarse de la grave afección cardíaca que padecía desde hacía cinco años, ya que la situación a la que había llegado era "calamitosa" . No obstante, se comprometió públicamente a "cumplir con el compromiso" que asumió con su pueblo. Desde el pasado martes, Gallego ha empezado a ganar la gran batalla de su vida para la que se armó de paciencia. La espera en Madrid fue dura, pero nunca perdió la esperanza y siempre tuvo en su mente a su pueblo, Don Benito, donde le aprecian. De carácter campechano, con gran capacidad de gestión y siempre con buena disposición para el diálogo, Mariano Gallego prometió a sus amigos volver con fuerza, y a buen seguro que lo hará. Sus vecinos le esperan.

FRANCISCO J. HORRILLO