Si en 1995 el GIL hubiese conseguido 17 y no 19 concejales en Marbella, la hoy alcaldesa --primera en la historia de la ciudad-- Marisol Yagüe Reyes (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1952) no habría salido elegida, porque iba en el puesto 18 de la candidatura. En aquella campaña electoral se hartó de responder a quienes le preguntaban por su lugar en la lista: "En el 18, sin problemas". Y se quedó con el apodo de La Dieciocho sin Problemas. Los problemas vienen ahora. Fugaz militante socialista, nunca dotada para el discurso político, Yagüe es un ama de casa, madre de tres varones, que no pasó de cursar estudios primarios y que donde mejor se desenvuelve es en el coro rociero en el que ejerce de cantante solista. No es extraño que conecte mucho mejor con la gente popular de los barrios que con la jet-set marbellí.

Residente en Marbella desde hace cuatro lustros, es hermana de un exconcejal del GIL, también seducido en su día por el don (Jesús). Aunque éste dice que ella es tan disciplinada que le pidió permiso para urdir la moción de censura, nadie piensa que la iniciativa no fuera de él, que vio que peligraba su mando a distancia. Yagüe tiene tan asumido su papel de comparsa de Gil, que sabe lo que le espera en los tribunales. Ya se ha curado en salud diciendo: "Siempre estaré a disposición de la administración de justicia".