Con motivo del Día internacional de los Derechos Humanos, Espejo público, de Antena 3, emitió el miércoles, 10 de diciembre, un vídeo en el que una reportera ataviada con un burka realizaba acciones cotidianas para comprobar la reacción de la gente. Denunciamos el trato en cuestión. En primer lugar, el reportaje es parcial porque parte del estereotipo mujer musulmana víctima pasiva cuyo arraigo en la mentalidad de la ciudadanía española constatamos frecuentemente. Conocer el amplio movimiento de mujeres afganas que lucha por cambiar la situación probablemente ayudaría a enfocar el tema de otra manera, mucho más que las pretensiones de provocarnos una absurda reacción de mea culpa ante lo que el canal denomina "miedo al burka". Por otro lado, se evidencia el desconocimiento de la realidad de las afganas. En la web de A-3 se dice: "Las mujeres afganas tienen prohibido pasear solas por la calle, trabajar, estudiar e incluso recibir asistencia médica. Además, deben ir completamente tapadas con el burka". Las leyes afganas no prohíben nada de esto, y cada vez menos, especialmente en las ciudades, imperan los preceptos familiares. Hay muchos otros problemas: muerte en el parto, violencia doméstica, escasa participación en puestos de poder... El burka no es más que la cara visible.

Marta Tudela Torres **

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